Debido a la variabilidad en la calidad y disponibilidad del agua cruda (lagos, ríos, pozos), los tratamientos de agua cruda para operaciones industriales se diseñan a medida para cumplir con los requisitos operativos específicos de cada cliente. El agua cruda debe tratarse o clarificarse antes de usarse como agua de reposición en la mayoría de los procesos. La clarificación elimina los sólidos en suspensión y disueltos, las bacterias y otras formas de impurezas para ayudar a prevenir los problemas asociados con estas impurezas en los diferentes procesos donde es utilizada.