La industria en general utiliza sistemas de generación de vapor con diferentes objetivos; producción de energía, procesos, calefacción etc., por ello buscan alcanzar la mejor eficiencia del sistema de generación de vapor, mediante la aplicación de un tratamiento químico que permitirá minimizar las alteraciones del sistema, por presencia de depósitos, incrustaciones, corrosión, sobrecalentamiento local o arrastres en el vapor, o cuales reducen la confiabilidad operacional, y podrían dar lugar a enormes impacto en la rentabilidad de sus operaciones, vida útil de los equipos, perdidas de producción e incremento en los costos de mantenimiento, consumo de agua y energía.